MEDITACIÓN, EL SILENCIO.
Si recuerdas, estamos compartiendo conocimiento a cerca de la meditación (puedes verlos e reflexiones anteriores). Además de saber que se trata de un proceso con unas fases que hay que seguir, sabemos también que es aconsejable incluir una serie de prácticas en nuestro día a día digamos para preparar el "terreno".
Ya vimos que uno de esos consejos es "Incluir ciertos hábitos de vida", la semana pasada vimos que otro de estos consejos es la "Práctica del aquí-ahora" y en esta semana hemos tratado la práctica del silencio.
Este tema ya lo tratamos hace algún tiempo. Así que, habrá cosas que te suenen ya.
El silencio no es sólo cerrar la boca. Se trata de una actividad intensa y es por ello por lo que cansa y no es fácil mantener durante mucho tiempo. Lo podremos mantener sólo si se hace desde la inactividad.
Todo tiene su sonido. El agua tiene su sonido, el viento tiene su sonido, hay sonidos de alegría, sonidos de tristeza, sonidos de vida, sonidos de muerte... El propio silencio tiene su sonido.
El sonido es de la superficie.
El silencio es lo más profundo.
Esto lo puedes ver muy fácil con un ejemplo. Si pensamos en el sonido del mar, podemos darnos cuenta de que, ese sonido, existe en la playa, en los acantilados... Pero, si no zambullimos, mientras más profundo sea, mayor será el silencio.
Por eso, cuando tomas consciencia, tomas contacto con tu interior, te vas volviendo cada vez más silencioso.
En yoga existen dos tipos de silencio: mouna y nishabda.
Mouna es cuando practicas el silencio y nishabda es cuando eres silencio.
Esto puede sonar raro pero, te pongo otro ejemplo para que puedas verlo. Es como si te preguntaran... ¿Tienes una vida o eres vida?
Te dejo por aquí algunos consejos para la práctica del silencio:
- Incluir espacios de pausa y silencio en tu vida.
- Practicar el silencio externo/físico o verbal: callados con respiración consciente.
- Practicar el silencio interno: intentando mantener tu mente lo más serena posible.
- Cuando quieras decir algo, hazlo con el menor número posible de palabras. Esto no sólo te permitirá practicar el silencio también hará que seas más consciente de lo que dices y te invitará a escuchar.
*Foto en el Ashram de Ramana, Tiruvamnamalai (India).