MANTENLO SIMPLE

"La práctica de yoga comienza desde donde uno está, no desde donde uno desea estar".
                                                                                                                         T.K.V. Desikachar. 

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Recientemente, en nuestras prácticas de yoga en SOHAM YOGA, les comenté a todos que pretendía que se "aburrieran".

Sí, aburrirse al menos en algunos momentos de la clase.

Lo dije así porque, de hecho, era algo que podía ocurrir ya que en esta semana la práctica de yoga era muy muy simple, muy muy suave y eso podía chocar un poco con las expectativas, al menos con las de nuestro ego.

Cuando estamos activos, haciendo cosas o realizando algo nuevo o complejo, la mente está ahí, concentrada y es una forma de estar presentes. Es cuando la actividad que realizamos es algo que conocimos o cuando estamos parados cuando la que empieza a hacer es nuestra mente. Es cuando la mente busca y encuentra qué hacer y lo encuentra y hace, hace, hace... Se vuelve hacendosa, verdad? Es ahí cuando se vuelve complejo traer tu mente aquí, al momento, al presente. Por eso es que, en esta semana, pretendíamos que con una práctica de yoga simple, sencilla, estuviéramos lo más presentes posible, trayendo nuestra mente aquí - ahora una y otra vez, todas las veces que fuera necesario. Y, desde ahí, conectar cuerpo - mente y respiración para llegar a tu silencio interior, tu quietud interior, ese lugar, ese espacio donde reina la calma, la paz.

Ya lo he comentado otras veces: en yoga no buscamos forzar la posición, no buscamos ni siquiera mejorar la flexibilidad.

Buscamos encontrar silencio dentro de la postra (asana) y, desde ahí, qué más da que la postura sea más simple o más compleja. Lo importante no es eso. Lo importante es tu respiración, conectar con tu respiración para llegar a tu quietud interior.

Por eso, si practicas yoga, tenlo muy presente: no es necesario realizar nada complejo ni perfecto. Lo importante es darte esa oportunidad de mirarte, volver la mirada hacia ti, fluir con tu respiración. Es ella la que te va a ayudar a llegar a tener la satisfacción de estar aquí - ahora, de llegar a ese "lugar", ese "espacio" en el que eres más tú que nunca.