Había alguien que siempre me decía: "Sigue lo que alegre tu corazón".
Y sí, en realidad eso es lo único importante. Hacer lo que alegre el corazón en cada momento.
Todo lo que importa es tener paz y tranquilidad, es vivir sin miedo. En definitiva, hacer lo que alegre el corazón. Y, de repente, todo se vuelve tan simple que asusta. Perdemos necesidades y el equipaje se aligera.
Sigue lo que alegre tu corazón, desde ahí no puede haber equivocación alguna.