BHAGAVAD GITA: LAS 10 LECCIONES DE VIDA: LECCIÓN Nº9
Pues bien! De las 10 lecciones de vida de la Bhagavad Gita, ya vamos por la número 9.
Nos dice así:
Meditar.
"Cuando la meditación es dominada, la mente es inquebrantable como la llama de una lámpara en un lugar sin viento".
La meditación te hace feliz.
Es una verdad sin tiempo.
Bhagavad Gita.
Ya que, en esta ocasión, la Bhagavad nos habla de la meditación hemos aprovechado para hablar un poco de ello y por supuesto para hacer una introducción práctica a la misma.
La meditación tiene como objeto trascender el pequeño yo físico, mental y emocional y la personalidad a él asociada; y acceder a estados de supraconciencia.
Exige una transformación interna. Se trata de un cambio de vida.
Es un proceso gradual, con una serie de etapas:
Según los Yogas Sutras de Pantajali, aborda tres etapas en samyama (meditación):
1. Dharana (concentración).
2. Dhyana (contemplación).
3. Samadhi (fusión con la realidad).
*Todo esto ya lo vimos con mayor detenimiento en prácticas anteriores. Lo que abordamos ahora es un resumen muy resumido.
Previamente a la meditación es preciso una preparación. Es como cuando se tiene un pequeño huerto y queremos sembrarlo. Primero hay que preparar la tierra, no? Pues lo mismo!
En este proceso de preparación trabajaremos:
- Hábitos de vida (incluyendo y excluyendo alguno que otro).
- Practicar el aquí - ahora.
- Incluir espacios de silencio en tu día a vida.
- Práctica de la atención.
Añadir que, muchas veces, se confunde la práctica de la atención con la práctica de la concentración cuando no son lo mismo. Tal y como hemos indicado, la atención es una de las prácticas previas a la meditación. Se trata de un proceso que va de fuera hacia dentro: necesito un apoyo externo en el que fijar mi atención (una imagen, una luz, música, un audio que nos guie...). La concentración es ya la primera etapa de la meditación y se trata de un proceso de que va de dentro hacia dentro. Intentado eliminar los distractores de la mente.
En la contemplación esos distractores ya no están.
En samadhi (fusión con la realidad), desaparece la autopresencia de la mente.