ÁMATE, TÚ PRIMERO
Ámate, tú primero, sí, tú primero. No puedes dar lo que no tienes.
Ya en otras ocasiones hemos hablado de la importancia de amarse uno así mismo y, aunque en un principio nos parezca egoísta ámate tú primero.
Ya Cristo Jesús en sus enseñanzas nos decía "Ama al prójimo como a ti mismo" y, nos quedamos, nos han inculcado de la importancia de la primera parte de esta enseñanza: ama al prójimo pero, nos dice como a ti mismo, es decir, tú primero y a los demás como a ti mismo.¿Te das cuenta? Cuanto más te ames, menos necesitarás recibirlo, menos necesitarás buscarlo fuera.
Al no necesitarlo:
No tendrás por ejemplo que mantener relaciones conflictivas. Este tipo de relaciones, entre otros posibles factores, son el resultado de la búsqueda de amor. Si vibras en el amor, atraerás eso mismo en lo que vibras, atraerás amor, personas de que están también en el amor, personas de luz.
No necesitarás comportarte o expresarte de una forma determinada para ser aceptado. Serás tú.
Al amarte, disfrutarás de todo pero sin depender de ello ni necesitar mostrar o demostrar tu disfrute.
Te sentirás Uno con el mundo porque te darás cuenta de que, no sólo formas parte del mundo, si no también el mundo forma parte de ti. Te darás cuenta de que formas parte del UNO-TODO, del TODO-UNO. Y, al ser así, yo soy tú y tú eres yo.
Y, si yo soy tú y tú eres yo, al amarme, ¿a quién estoy amando realmente?
Al estar lleno de amor, conectarás con tu Esencia, con tu Ser, con tu silencio interior.