¿ME PERMITES O SÓLO QUIERES COMPARTIR?

02.02.2024

"Antes de curar a alguien, pregúntale si está dispuesto a renunciar a las cosas que le enfermaron". 

 Descartes.

Os dejo por aquí una afirmación que parece ser de Descartes. La leí hace unos días y lo cierto es que me llamó la atención. Por eso, pensé que era interesante de compartir en nuestras prácticas de yoga y también por aquí."... pregúntale si está dispuesto a renunciar a las cosas que le enfermaron".

Si alguien nos preguntara: ¿Harías algo que te hiciera daño?

Seguramente con rapidez diríamos: No.

En cambio, estoy convencida de que a diario hacemos cosas que realmente nos hacen daño.

El ser humano es así. Cuando algo se convierte en un hábito, nos resulta muy difícil soltarlo. Aunque nos haga daño, aunque nos haga mal. Puede que, cuando es algo "físico" se vea más claro. En cambio, cuando es algo emocional, o algo mental puede que sea más complicado verlo.

Algunos, cuando nos encontramos hemos tenido una vivencia intensa sólo buscamos validar nuestro punto de vista; otras probablemente en nuestra búsqueda de amor, sólo buscamos llamar la atención; otros nos volvemos "coleccionistas" de terapias y terapeutas e incluso podemos presumir de que nada nos sirve y otros lo único que tenemos es precisamente nuestro "dolor" y ninguna motivación más.

Todos, en mayor o menor medida, hemos estado ahí alguna vez, ¿no crees? Por supuesto no es algo que hagamos de forma consciente. Puede que, simplemente, estemos ahí porque por ahora no somos capaces de dar el salto, no somos capaces de atrevernos al cambio. Nos quedamos ahí, en nuestra "zona confort" que, aunque nos hace mal, la controlamos.

Y, todo está bien y todo es como tiene que ser... Es sólo que, por ahora, estamos ahí y, llegado el momento, nos atreveremos.

Por otra parte, cuando alguien nos comparte su vivencia, su situación o cuando lo hacemos con alguien, normalmente el que escucha, inmediatamente, en su afán de ayudar tiende a dar su opinión o a dar consejos sin darse cuenta de que la otra persona a lo mejor ni siquiera le escucha, sin darse cuenta de que la otra persona lo único que necesita es contarlo, lo único que necesita es compañía.

Ante esto, creo que está bien que nos paremos un momento y, antes de ofrecer nuestra ayuda, preguntemos: "¿Puedo? ¿Te digo lo que pienso/qué haría yo o sólo quieres compartir?".

Creo que es un acto de respeto mutuo, que es una forma de traernos al momento a ambas partes: al que necesita contar porque en cierto modo pone un poco los pies en la tierra y al que escucha porque es una forma de "escuchar de verdad". 

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