¿CÓMO VOY A VIVIR ESTO?

¿Qué me está pasando? ¿Por qué me está pasando esto? ¿Para qué me está pasando esto?
Cuando nos ocurre algo inesperado, algo diferente, algo dramático o poco agradable en nuestra vida, nos surgen muchas preguntas y algunas pueden ser como estas que acabas de leer.
Si te sirve de algo, desde mi propia experiencia-vivencias, te diría que sueltes todo eso. No son los ¿qué? ¿por qué? o ¿para qué? y, sé que con esta última cuestión incluso habrá muchas personas que no lo compartan pero, ya te digo, te hablo desde mi propio sentir provocado por mi propia experiencia en la vida. Te diría que no te cuestiones nada de esto, son preguntas que te llevan a una espiral que te engullen y no te llevan a ninguna parte.
En una vivencia así, si es que te preguntas algo, pregúntate ¿cómo? ¿cómo vivo esto? ¿cómo voy a vivir esto? Y, aquí sólo tienes dos posibles opciones. Sí, sólo dos: Me dejo arrastrar; dejo que me invada; me dejo llevar por la "pena"; necesito que me hagan caso y (inconscientemente) llamo la atención porque lo estoy pasando mal... O, por el contrario, decido mirarlo; decido vivirlo; decido afrontarlo. Sí, tú decides, tú eliges.
No digo que sea fácil, no digo que la vida sea un "camino de rosas" pero sí, la decisión es tuya.
Tal y como hemos compartido en otras ocasiones, el dolor es sano y hay que vivirlo. ¡Vívelo! ¡Míralo! Llegará el día en el que lo abraces y sentirás paz.
Recuerda, tú decides, tú eliges, eres el/la dueñ@ de tu vida. Nada-nadie en esta vida puede hacerte feliz. Nada-nadie en esta vida puede hacerte daño. La única persona que puede hacerlo eres tú mism@. Ese poder es tuyo, no lo entregues.
Recuerda, la felicidad está en ti. Ahí mismo, esperando a que la mires... Mírala, cultívala, compártela.